viernes, 27 de mayo de 2011

La sana doctrina. Tito cap. 2

Enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente.
Tito cap. 2

Tit 2:1  Pero tú habla lo que está de acuerdo con la sana doctrina. 
Tit 2:2  Que los ancianos sean sobrios, serios, prudentes, sanos en la fe, en el amor, en la paciencia. 
Tit 2:3  Las ancianas asimismo sean reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien; 
Tit 2:4  que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, 
Tit 2:5  a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada. 
Tit 2:6  Exhorta asimismo a los jóvenes a que sean prudentes; 
Tit 2:7  presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad, 
Tit 2:8  palabra sana e irreprochable, de modo que el adversario se avergüence, y no tenga nada malo que decir de vosotros. 
Tit 2:9  Exhorta a los siervos a que se sujeten a sus amos, que agraden en todo, que no sean respondones; 
Tit 2:10  no defraudando, sino mostrándose fieles en todo, para que en todo adornen la doctrina de Dios nuestro Salvador. 
Tit 2:11  Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, 
Tit 2:12  enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, 
Tit 2:13  aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, 
Tit 2:14  quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras. 
Tit 2:15  Esto habla, y exhorta y reprende con toda autoridad. Nadie te menosprecie. 

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